¿Dónde? La Chaya Maya Merida, Yucatán.
Dirección: Calle 55 #510, Centro.
www.facebook.com/pg/LaChayaMaya/
Sabor:
Originalidad:
Lugar:
Precio:
Sobre el lugar: Antes de ir de vacaciones a Mérida, pedimos recomendaciones a nuestros conocidos, amigos y seguidores sobre cuáles son los lugares imperdibles para comer en la capital Yucateca, y la única recomendación consistente fue este lugar.
De sus dos sucursales, nos recomendaron visitar de preferencia la Casona, muy cerca del parque de Santa Lucía. Se trata, justamente, de una antigua casona en la zona del centro histórico, que desde el momento en que entras te transporta a otra época y otro lugar, alejado del movimiento de la calle.
En cuanto llegamos, lo primero que pedimos fueron unas refrescantes aguas de chaya con lima. La chaya, por si no lo saben (nosotros no sabíamos) es una planta que se da en Tabasco, la península de Yucatán y algunas partes de Centroamérica. Su consumo siempre debe ser cocida porque las hojas crudas son tóxicas, y en Yucatán se usa mucho para preparar bebidas, sopas, tamales, y como acompañante en otros platillos tradicionales. Físicamente es parecida a la espinaca pero tiene un sabor más fresco. Durante todo nuestro viaje bebimos agua de chaya cada que se nos presentó oportunidad, pero la más rica y fresca la probamos en La Chaya Maya.
La carta es muy variada y amplia. La Chaya Maya nos pareció la mejor bienvenida para comenzar nuestro tour gastronómico por el estado. Nos costó mucho trabajo elegir qué pedir, y nos pasó lo que muchas veces nos sucede, pedimos demasiado. Empezamos con una sopa de lima, servida con tortilla frita muy crujiente, pavo, pollo y el nivel perfecto de acidez y amargor de la lima, muy distinto del sabor del limón que conocemos.
Probamos además la crema de chaya con queso de bola, que también es un ingrediente muy tradicional de la zona. Lo interesante de la crema fue la combinación de sabores y que estaba espesa, con una presencia muy fuerte del queso, pero fresca al mismo tiempo.
No pudimos resistirnos a pedir una orden de empanadas de queso de bola, que en realidad eran más como quesadillitas, preparadas con masa de maíz rústica.
Como plato fuerte, nos decidimos por un plato combinado que nos permitiera entrarle de lleno a la gastronomía yucateca desde ese primer día. El plato incluía queso relleno -queso de bola relleno de carne de cerdo y res bañado en kol (emulsión de narina y agua de origen maya) y salsa de jitomate-, pipián de pavo, relleno negro y cochinita pibil.
No vamos a negar que estuvo pesado y recomendaríamos -incluso si son de buen diente como nosotros- ser un poco más discretos al momento de ordenar. Sin embargo, no nos arrepentimos porque cada platillo que probamos valió la pena. De todo hicimos tacos, acompañados de unas deliciosas tortillas de maíz hechas a mano y de una variedad de salsas de chile habanero que nos pusieron en la mesa.
Lo único que nos faltó en La Chaya Maya fue estómago, pero definitivamente coincidimos en que es visita obligada si estás en Mérida. No se dejen engañar por quienes dicen que es 100% turístico, porque por lo que escuchamos los locales sí comen aquí y lo hacen con todo el gusto del mundo.
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