¿Dónde? Comedor Jacinta CDMX, México.
Dirección: Virgilio 40, Polanco.
Sabor:
Originalidad:
Lugar:
Precio:
Sobre el lugar: Como parte de mi trabajo, constantemente tengo la oportunidad de recibir visitantes de otros países en la Ciudad de México. Una de las cosas que más disfruto de esto, además de platicar con ellos y aprender sobre sus países y sus culturas, es mostrarles un poco de México, ya sea a través de nuestras calles, museos y de todas las opciones de actividades que hay en la ciudad, como también, por supuesto, a través de la comida.
La semana pasada tuve una visitante de Atlanta y decidí aprovechar la ocasión para conocer con ella el Comedor Jacinta del chef Edgar Núñez, conocido por Sud 777, que como muchos sabrán, se encuentra hoy en el lugar 75 de la lista de los 100 mejores restaurantes del mundo.
Jacinta abrió sus puertas a finales del 2016 en el área de Polanquito, justo en el corazón de Polanco, rodeado de una amplia oferta gastronómica que va desde fondas tradicionales y taquerías para la comida diaria del godín de la zona, hasta propuestas más sofisticadas, unas buenas, otras no tanto, que van y vienen.
Con esta primera visita a Comedor Jacinta, podemos llegar a la conclusión de que llegó para quedarse. La propuesta de Edgar Núñez es sencilla: platillos mexicanos que lo remontan a su infancia, dándoles su toque personal y un twist. Lo cual se logra bastante bien a través de un menú corto pero variado, en el que además incorpora opciones vegetarianas.
Nos gustó mucho la opción de ordenar una comida corrida. Por $430 pesos, puedes elegir dos entradas de las secciones Leña y Humo (donde se encuentran principalmente entradas calientes como un sartén de camarones gobernador o una barbacoa de res), Maíz (antojitos como tlacoyos, tlayudas, sopes y quesadillas), Mar (ceviches, aguachiles y otras entradas con mariscos) y Primeros Platos (sopas y ensaladas); un plato principal y un postre. Al ir en grupo, esto nos permitió probar varias cosas.
De entradas, probamos la tostada de atún, que es maravillosa, mi platillo favorito del menú por mucho. La sirven en una tortilla tostada en comal, no frita, por lo que tiene un leve sabor "tiznado" que le da un toque único. El atún viene fresco y se sirve sobre una capa de guacamole, con salsa de soya sazonada, sal de grano y cilantro fresco. Soy MUY fan de las tostadas de atún y siempre que tengo oportunidad las pido en cualquier lugar y en cualquier momento, pero definitivamente, la tostada de Jacinta está desde ahora entre mis favoritas, sólo igualada por la de Del Mar (a unos cuantos pasos de Jacinta por cierto).
Probamos también los espárragos ahumados con salsa de queso Cotija, que son una locura. Este es un plato típico que hemos visto en muchos restaurantes, italianos, franceses, mexicanos, es algo muy clásico y universal, pero el twist definitivamente lo da la salsa de queso.
El fideo seco (otro de mis platillos favoritos en el mundo, que también pido siempre que tengo oportunidad) no queda a deber absolutamente nada, y el toque de acidez y frescura que lo hace especial y diferente es el guacamole. Es un plato que, como hemos escuchado decir a los jueces de Top Chef, "se queda en boca".
Por último (para cerrar la parte de las entradas y porque quisimos ser un poquito falsas y menos pecadoras), probamos la ensalada de hojas de nuestro huerto con cítricos. Nada del otro mundo, pero la verdad si fue un buen complemento, ligero y fresco, al resto de los elementos del menú.
En la parte de los platos fuertes no pudimos ser tan diversas porque a todas se nos antojó lo mismo, por lo que sólo tuvimos oportunidad de probar dos: el filete de atún al pastor y la cecina enchilada. El filete de atún es un platillo que enamora desde la vista, con su hermosa presentación y su paleta de colores que integra el rojo/rosa intenso del atún sellado, con el amarillo de la piña, el verde del cilantro y el morado de la cebolla encurtida, servido en un plato negro de peltre. Los sabores son intensos y realmente te remite a lo que saben los tacos al pastor.
La cecina enchilada se sirve en una presentación muy tradicional de fonda mexicana (y muy llenadora también), en un plato de barro, acompañada de arroz blanco, frijoles negros y un sopecito con frijoles y queso. La carne está sazonada perfectamente y tiene ese saladito que uno espera al comer cecina. Todos los platillos se sirven acompañados de tortillas hechas en casa.
Desafortunadamente no pude probar los postres porque teníamos prisa de llegar a una junta, además de que estábamos más que satisfechas y realmente no había manera de comer un bocado más, pero al menos los que tenían ese día sonaban prometedores, en especial el arroz con leche con cítricos y el panqué de vainilla bañado con fresas al tequila. Espero regresar pronto con mi partner de @elteamgordo a probarlos y a comer muchas tostadas de atún más.
Por otro lado, el servicio fue bueno y esmerado en atendernos. Cuentan con carta en inglés, y mi invitada salió feliz con todo lo que probó!