Food Week México: La No. 20.
¿Dónde? La No. 20 Cantina CDMX, México.
Dirección: Andrés Bello 10, Polanco.
Sabor:
Originalidad:
Lugar:
Precio:
Sobre el lugar: Esta semana arrancó en CDMX la denominada #MexicoFoodWeek de Restorando.com.mx, una página que te ayuda a realizar reservaciones aquí en México. Por una semana al año (en este caso, son dos), algunos de los mejores restaurantes de la ciudad ofrecen menús predeterminados a precios más accesibles de los que manejan normalmente, acompañados de diferentes promociones.
Había un cumpleaños en la familia que festejar, y en este caso la mejor manera de poner de acuerdo a todo mundo era con comida mexicana, así que decidimos aprovechar para conocer La No. 20 Cantina. El lugar es muy bonito, tiene una onda justo de los años 20 como su nombre lo indica. Tiene una cantina enorme que muchos quisiéramos en la sala de la casa, un salón muy elegante y una bonita terraza con vista a Paseo de La Reforma con el detalle de tener un techo retráctil, que se pone y se quita de acuerdo a las exigencias del clima (que en estos días en la ciudad de México ha estado en modalidad random).
Quedamos muy satisfechos con los platillos que forman parte del menú de #MexicoFoodWeek. Al ser un grupo de 6 personas tuvimos oportunidad de probar de todo:
Nuestro platillo favorito de toda la comida fue justamente una de las entradas: los tacos de fideo seco, acompañados de guacamole, crema, queso y salsa de chipotle. Estaban tan buenos, los devoramos de tal manera, que ni siquiera llegaron a la foto :(
Probamos también los tacos de pescado crujiente, que se sirven con puré de papa. El pescado está muy bien sazonado, lo único que en nuestra opinión podría hacerlos mejores sería servirlos en tortilla suave, porque los que probamos venían en taco shells estilo Taco Bell que ni siquiera estaban tan crocantes como deberían.
Los tlacoyitos de masa azul, rellenos de frijol negro, haba verde y requesón, servidos con ensalada de nopales, dejaron satisfecho al paladar más exigente en lo que a antojitos mexicanos se refiere.
Los platos fuertes también valieron la pena: la pechuga de pollo en mole negro, acompañada de arroz rojo y chips de plátano crujientes sazonados a la pimienta y limón es bastante recomendable. El mole está como para dejar limpio el plato y tiene un toque especial de mezcal que lo hace diferente.
El filete de res arriero se sirve acompañado con chiles toreados y papa paja. Con este platillo tuvimos algunos problemas con el término de la carne, que probablemente fueron producto de confusión por parte del servicio porque se pidieron tres platos de este tipo en la mesa a diferentes términos. Sin embargo, la sazón era buena y las guarniciones cumplidoras.
Por último, el lomo de bacalao a la vizcaína fue una presentación fresca para un plato muy tradicional, y el toque diferente lo daba que el pescado era fresco vs el bacalao seco que normalmente se prepara en casa en año nuevo.
Los postres nos gustaron bastante: por un lado, el flan de coco, que se sirve decorado con pepitorias, tiene un aire más casero que de restaurante, lo cual no es malo. Es dulce pero no empalagoso, y el contraste que da en la textura al paladar el coco rallado resulta agradable.
Las fresas con queso mascarpone son un plato tradicional y sencillo, pero no por eso deja de ser delicioso. Las sirven acompañadas de bastones de merengue y helado de fresa.
Al ser una familia que come bastante, adicional al menú de #MexicoFoodWeek se pidieron un par de entradas para compartir: tacos de lengua, y tacos de jaiba suave. Ambos buenos, pero ninguno de los dos espectacular. De los tacos de jaiba destacamos la presentación -cada taco se sirve en un caballito tequilero, sumergido en guacamole- y el sabor del guacamole, que a pesar de estar hecho para ser amigable a los paladares extranjeros porque no pica nada, está bien sazonado.
Toda la comida fue buena a secas, pero la verdad salimos con sabor de boca agridulce por un tema de servicio. Fuimos en domingo, y como bien nos hicieron saber, en domingo la cocina (y el lugar) se cierran a las 6 de la tarde. Lo entendemos, y entendemos que las personas que están trabajando en el restaurante quieren irse a su casa, sin embargo, hace tiempo que no nos sentíamos tan "corridos" en un lugar. Todavía ni siquiera nos traían el postre (que por cierto se tardó muchísimo en llegar), y ya estaban cerrando cortinas, apagando pantallas y quitando música. Para colmo, el momento de dividir las cuentas (porque nos hicieron una para los menús que entraban en #MexicoFoodWeek y otro para las bebidas y todo lo demás) fue un verdadero dolor de cabeza.
En conclusión: vale la pena conocer el lugar por el lugar en sí. La comida, sin ser nada espectacular, cumple bien, con algunos highlights por los que quizá valga la pena regresar. En cuanto al servicio, a menos que hayamos tenido muy mala suerte, recomendaríamos al lugar revisarlo, porque sí le baja puntos a la experiencia de comer ahí. Por otro lado se encuentra el precio, que para la calidad de alimentos y el servicio nos pareció bastante alto. Recomendaríamos ir a botanear pero no a hacer una comida completa.
Por otro lado quisiéramoas destacar el evento y sus elecciones para el menú. Revisamos la carta completa y lo que ofrecián era, quizas, lo que hubieramos pedido.
Y por último, recomendamos aprovechar #MexicoFoodWeek que continúa hasta el 9 de julio. Como parte de la promoción, antes de irnos, nos regalaron un pastelito de Montparnasse y una mini botellita de Torres 10, lo cual se agradece, pero sobre todo, vale la pena aprovechar las promociones para conocer lugares diferentes dentro de la gran oferta gastronómica que la ciudad de México ofrece.